El espíritu emprendedor no tiene fronteras pero los países si, y muchas veces estas y la burocracia en materia de extranjería frustran los ánimos de inversores extranjeros que no cuentan con doble nacionalidad.
El espíritu emprendedor no tiene fronteras pero los países si, y muchas veces estas y la burocracia en materia de extranjería frustran los ánimos de inversores extranjeros que no cuentan con doble nacionalidad.